30 mar 2014

Hasta luego, Asturias

Hoy termina una etapa de mi vida que recordaré con muchísimo cariño siempre. Hoy me voy de Asturias.

A finales de septiembre del pasado 2013 me planté en un piso en mitad de la calle más céntrica de Oviedo con un par de maletas y mucha incertidumbre. Mi experiencia en dicho inmueble duró menos de un mes. Otro episodio anecdótico que añadir a mi interesante vida.
Me salvó mi mejor amiga desde la infancia, que sigue ahí conmigo aunque ya hayan pasado casi 18 años desde que nos conocemos. Así que sin tiempo que perder, me instalé con ella y con su madre en una casa preciosa y muy acogedora en una urbanización de Llanera, donde me sentí como en mi casa de Santander, con mi familia, durante los seis meses que he estado viviendo allí. A día de hoy reafirmo que puedo llamarlo mi segundo hogar.

Ahí conocí a Baby, un padre de familia. Junto con Bunny y Coco forman un trío adorable de conejos. Viven en el ático, y todas las noches me he dormido al son de sus ruiditos cuando se remueven en sus jaulas o beben agua.

Mi rutina se fue moldeando y asentando mucho antes de que me diese cuenta. Parecía como si todos los días de mi vida hubiese cogido el autobús Hortal de las ocho menos cuarto, recogiendo a una amiga en La Fresneda y yendo juntas hasta Oviedo sin darnos cuenta de que ya llegábamos a mi parada, pues yo me bajaba primero, ya que no había mañana que no tuviésemos algo de lo que hablar.

Asistir a clases en Air-Hostess también parecía algo que llevaba haciendo muchos más meses atrás. El uniforme, el maquillaje, el peinado; los compañeros, los profesores. Nada desentonaba, todo parecía llevar ahí mucho tiempo.

Las calles de Oviedo, sus tiendas, sus viandantes. Y las noches. Grandes fiestas y muchos recuerdos diversos por las callejuelas nocturnas de Vetusta.

Amigos de amigos que ahora son mis amigos. Me he reencontrado con gente maravillosa y he conocido a otra tanta increíble que sé que esta vez estarán más presentes en mi vida de ahora en adelante.

Y luego estaba Gijón. Llevaré conmigo durante mucho tiempo la sensación en el estómago de la última vez que entré en la villa en el bus de siempre, por la Avenida de la Constitución.
Mi amorodio hacia Gijón ha estado constantemente latente durante mi estancia en el Principado.

Empezó siendo una ciudad incómoda, y terminó siendo la más cómoda de todas. Escaparme al espigón de Poniente cuando el tiempo me lo permitía, desconectando de la rutina que tenía en Oviedo y respirando el aire con salitre que necesita mi organismo para vivir, es algo que echaré muchísimo de menos. Pocas personas tienen un lugar que signifique paz y diversión siempre que lo pisan. Para mí, Gijón ha sido ese lugar. Y las noches gijonesas también han sido tan eternas como surrealistas. Sobre todo cuando el Rey Pelayo se transformó en Darth Vader en Carnaval.

Podría contar mil anécdotas. Asturias me ha dado muchas historias memorables que relatar. Y muchas lágrimas también, pero no todas malas. A decir verdad, las tristes ya están curadas por otras menos tristes. Pero lo que sí está claro, es que Asturias es una parte importante de mi vida. Ya no sólo por el medio año que he pasado aquí, si no por todo lo que seguirá conmigo cuando me vaya, por mucho tiempo que pase.

Me considero afortunada, porque al llegar no empecé de cero. Desde los 12 ó 13 años, esta provincia ya forma parte de mi vida. Lo que marca la diferencia es que ahora lo hace con más intensidad.

Es curioso que cuando me instale en otra parte no echaré de menos mi vida de Santander. Echaré de menos mi vida de Asturias, porque ha sido una etapa feliz y muy entrañable.

Gracias.

N.

27 mar 2014

Mi primera vez... con Vueling Airlines

El lunes 24 de marzo una nueva etapa de mi vida comenzó: la de las entrevistas de trabajo en el mundo de la aviación.

Aunque previamente tuviese alguna que otra experiencia en ese mundo tan temido como es el de las entrevistas de trabajo, ésta no tuvo nada que ver con las anteriores. Ninguna semejanza. Pero era algo con lo que contaba, así que no me llevé sorpresa alguna. Sin embargo, me pareció bastante interesante conocer el funcionamiento de la selección de tripulantes, al menos el que lleva a cabo la compañía aérea Vueling Airlines, con la que, casualmente, viajé por primera vez para desplazarme hasta el lugar de la entrevista, y quedé muy satisfecha con su servicio y su manera de trabajar. Además los precios de los billetes me parecieron bastante asequibles, ¡siempre y cuando se compren con tiempo!

No como en mi caso. Todo comenzó el pasado martes 18, mientras desayunaba. Sonó el teléfono, y me citaron para un proceso de selección de tripulantes de cabina de pasajeros con Vueling, en Barcelona, el martes de la semana siguiente. Todo tan repentino como emocionante. Era hora de ponerse en marcha.

Primero, recibir la información pertinente. Después, comprar un vuelo. Ida y vuelta, con 24 horas exactas de estancia en Barcelona, al más puro estilo ejecutivo. Y más tarde, disfrutarlo. El estrés de las compras estuvo acompañado de la ilusión, no sólo de comprar ropa después de tanto tiempo, si no de explorar un nuevo estilo más acorde con la ocasión. Tras un par de días de búsqueda desenfrenada, me hice con un sencillo look clásico, en blanco y en negro, para no arriesgarme demasiado, pero arriesgándome a no ir con falda y pañuelo al más puro estilo azafata.

Gracias, Amancio, por vender los blazers perfectos a precio de diamante. Las jóvenes de 20 años sin oficio ni beneficio también tenemos derecho a ir divinas sin tener que ahorrar para ello. Pero ese es otro tema. H&M me dio la solución a mis penas, con un blazer negro de corte parecido al perfecto blazer de Zara, que algún día será mío. Blusa blanca de Stradivarius con cuello mao para darle un toque diferente y prescindir de collares, y zapatos de salón de Zara, éstos más asequibles.

Con los documentos, la ropa, y todo en orden, no quedaba otra cosa más que relajarse hasta el lunes. Y el lunes llegó. Un día que comenzó muy temprano y con restos de la resaca del día anterior (recordad, tengo 20 años; mi responsabilidad tiene un límite). Acorté las 24 horas de diario a 7 horas y tres cuartos, desde que me desperté a las 8:00 hasta que salí de casa para ponerme rumbo al aeropuerto. 7 horas y tres cuartos de día pre-Vueling. Desde las 15:45 del lunes 24 hasta las 21:20 del martes 25, me encontraría inmersa en el universo de la aviación. Así me lo propuse yo. Una vez que se cerraran las puertas de la aeronave para ponerme rumbo a Asturias de nuevo, el día post-Vueling comenzaría, hasta que entrase el miércoles 26. Luego mi vida seguiría con su zigzagueante rumbo del que algún día os hablaré.

DÍA PRE-VUELING
15:45. Autobús desde la urbanización en la que vivo, ubicada en Llanera, hasta Oviedo.
16:15. Llegada a Oviedo.
17:00. Autobús desde Oviedo hasta el Aeropuerto de Asturias.
17:40. Llegada al Aeropuerto de Asturias.
18:40. Hora de apertura de la puerta de embarque.
19:10. Hora de salida del vuelo con rumbo al Aeropuerto del Prat.
20:20. Llegada al Aeropuerto del Prat.
21:00. Autobús desde el Aeropuerto del Prat hasta el hotel, ubicado a las afueras del Prat de Llobregat.
21:45. Llegada al hotel.

Con un aire moderno y jovial, me acomodé en mi habitación y me reuní con mis compañeras. Contaba con acostarme temprano para descansar bien, pero me dieron la una de la madrugada. Y me costó dormir. Demasiado. Me desperté dos veces, a las dos y a las cuatro y media. Me picaron mosquitos, los de la habitación de al lado aporreaban mi puerta, y un sonido extraño procedente del exterior me inquietaba. Pero mereció la pena. Cuando sonó el despertador, lo poco que había dormido y descansado parecía haberse esfumado. Me sentía llena de energía.

DÍA VUELING
07:00. Despertador.
07:10. Maquillaje.
07:40. Desayuno.
08:10. Ropa, peinado, y preparar el trolley para guardarlo en la habitación de mis compañeras, que abandonaban el hotel un día más tarde.
09:15. Recepción del hotel para entregar la tarjeta.
09:20. Taxi hasta las oficinas de Vueling.
09:45. Llegada a las oficinas de Vueling.
10:00. Comienza la entrevista.

Once chicas habíamos sido citadas aquel día. Ocho proveníamos de la misma escuela, aunque solamente seis éramos de su sede en Oviedo. Las tres restantes tenían más experiencia en el mundo de la aviación.
Ahora os haré un breve resumen de la consistencia de las entrevistas de trabajo con Vueling Airlines:

Primera fase
-Breve presentación de la compañía.
-Prueba de medición.
-Dos pruebas auditivas de inglés.
-Dos test psicotécnicos.
-Una dinámica de grupo.

A partir de entonces, se sucedía una ronda eliminatoria.
Llegué tranquila, sin nervios, segura de mí misma. Me sentía arropada actuando sobre papel y rodeada de mis compañeras. En el momento en que pasé a la segunda fase, los nervios se apoderaron de mí.

Segunda fase
-Entrevista personal con prueba oral de inglés.

Entré la penúltima. La espera se me hizo eterna. Cuanto más tiempo pasaba, más nerviosa estaba. Antes de llegar, me había tomado aquella entrevista como una experiencia. Al fin y al cabo, hacía menos de un mes que había terminado mi formación en la escuela. Y era mi primera entrevista de trabajo en el mundo de la aviación. No estaba presionada. Sin embargo, cuando me vi allí y conocí las oficinas y las instalaciones de la compañía, y viajé con ellos el día anterior, no quería conformarme con la experiencia de haber conocido el procedimiento de selección: quería formar parte de la compañía. Por eso los nervios se apoderaron de mí. Quería hacerlo bien. Y, al parecer, así lo hice, porque pasé la segunda fase.

Unas dos horas más tarde, ya en el hotel, tan cansadas que ni siquiera comimos al mediodía, comenzaron a ponerse en contacto con nosotras. Si la respuesta era negativa, lo comunicaban vía e-mail. Si la respuesta era positiva, te llamaban por teléfono.
Mandaron el primer e-mail, y yo ya no actualizaba tan a menudo mi bandeja de entrada, por miedo a encontrarme con el mío.
Hicieron la primera llamada, y la segunda. Tres de nosotras estábamos juntas en una misma habitación, y ellas dos ya estaban dentro. Con la euforia, los nervios, las ganas y demás, respondí como si estuviese hablando con mi madre cuando me llamaron a mí. Estábamos dentro. Lo habíamos conseguido.

Ahora comienza una nueva etapa: el entrenamiento de conversión de Vueling Airlines.
Desde el próximo 7 hasta el 16 de abril, estaré en Barcelona, asistiendo a clases de 9:00 a 19:00, y estudiando cuando no esté durmiendo o comiendo. Habrá que trabajar duro, pero merecerá la pena. La recompensa será maravillosa. ¡A VOLAR!

Enhorabuena a todas mis compañeras, nos veremos allí y compartiremos sufrimiento y alegrías como hasta ahora.

N.

6 mar 2014

¡Ya soy TCP!

El motivo por el que, después de tanto tiempo, estoy aquí, es para compartir mi experiencia ahora que ya he conseguido el certificado de tripulante de cabina de pasajeros.

Han sido seis meses diferentes, empezando por la ubicación de la escuela. Tuve que mudarme a la provincia de al lado, y aunque en un primer momento no me apetecía absolutamente nada tener que venir concretamente a este lugar, a pesar de todos los buenos momentos que me había dado, al final ha merecido la pena. Ahora me cuesta dejarlo, por eso espero tener algo de suerte, aprovechando que he empezado este nuevo año con muy buen pie, para poder quedarme hasta que toque volar.

Volar literalmente pero también en sentido figurado. Vuelve a mí el nerviosismo constante y el dolor de cabeza casi diario, mezcla de la ilusión excesiva y la incertidumbre que me quema por dentro, pues paciente no soy demasiado, y curiosa un rato largo.

Esta nueva etapa no ha terminado; en realidad, no ha hecho más que empezar. Lo que comenzó en octubre en una escuela de Oviedo fue la antesala de lo que estaba por venir y todavía no ha llegado. Una preparación exquisita, con buenos profesores que se han convertido en personas cercanas en quien confiar en poco tiempo, y un dinamismo entre los compañeros que aunque me haya traído algún que otro disgusto y discusión, me ha servido para aprender a no prejuzgar y a ser mucho más empática con la gente.

Lo que toca ahora nadie lo sabe. ¿Y no es acaso eso maravilloso? La lista de ciudades en las que podría estar viviendo en menos de un año es tan larga que no sé ni cuál es mi gran preferencia para posicionarla en la cumbre de la misma. ¡Pero qué más dará! Tampoco voy a poder elegir destino, y hay que sacarle el jugo a eso.

Desde aquí quiero dar las gracias a todos los que han formado parte de Air-Hostess Oviedo, por enseñarme a crecer un poco más, a nivel profesional y personal. Y muchísima suerte para todos mis compañeros de promoción. ¡Me alegro mucho de haberos conocido, OVD 273!


N.

27 feb 2014

Feliz primer cumpleaños

Hoy cumple un año una personita muy especial para mí, y debido a la distancia, no puedo pasar este día a su lado, así que le dedicaré estas líneas con la esperanza de que este blog siga vivo cuando él aprenda a leer, y vea que me acordé de él aunque no aparezca a su lado en ninguna foto del día de hoy.

Hace un año, se añadió una nueva vida a mi familia. Todavía recuerdo la lata que le di a su madre desde que tengo uso de razón, preguntándole si algún día llegaría ese momento; si algún día tomaría esa decisión. Ella siempre me respondió que sí, pero yo nunca le hice caso, hasta que nos dio la noticia de que estaba esperándolo. Supongo que las ganas me cegaban, y no quería ilusionarme hasta saber que estaba en camino.

Vi sus primeras evoluciones en la barriga de su madre a través de Skype, algo que me apenaba cuando me daba por pensar que no iba a estar en el momento del nacimiento. Pero si algo he aprendido en estos 20 años, es que la vida es tan maravillosa como impredecible, y el 27 de febrero del 2013 pude visitarlo en el hospital, viéndolo por primera vez con 3 horas de vida.
Creo que nunca he estado tanto tiempo con una persona, desde el día de su nacimiento, y de manera plenamente consciente. Y en el hipotético caso de que vengan otros después, eso es algo que siempre le hará especial y le diferenciará del resto, porque él fue el primero de todos.

No me considero la más diestra en cuanto al trato con bebés, pero no se me da del todo mal ahora que tengo las prácticas en casa. He cambiado algún que otro pañal, me he aventurado a bañarlo y a prepararlo para la cena aun corriendo el riesgo de ser víctima de un accidente que, por desgracia, terminó teniendo lugar, y le he dado de comer alguna que otra vez también, aunque la criatura termina mirándome angustiado porque paso más tiempo riéndome de su ansia que dándole cucharadas de frutas, pero tiene paciencia y me deja disfrutar, a veces incluso exagerando sus gestos para que me ría con él. Sabe que luego le devolveré la diversión cuando nos tumbemos en el suelo y lo arrastre por los pies mientras gatea, o cuando le ofrezca espectáculos de canto y baile exclusivos para él.
Estos pequeños detalles y anécdotas se convierten en nuestra historia juntos. Nos conocemos, y nos queremos. El vínculo que hemos formado es fuerte e indestructible, a pesar de no vivir cerca ni dedicarnos tanto tiempo como desearía. Sin embargo, yo sé que él me tiene presente, porque su sonrisa cuando me ve aparecer por la puerta de casa tras haber estado un mes fuera no tiene precio, es algo indescriptible que solamente recomiendo sentir, pierde mucha emoción si se expresa con palabras.

No soy su madre, pero soy su tía. Y mi propósito desde que supe que estaba en camino fue el de conseguir ser una tía activa, no de esas que dan la propina cada vez que lo ven y no comparten absolutamente nada con él. Quiero enseñarle cosas, compartir con él nuevas emociones y experiencias, y que cuando escuche esta canción, se acuerde de mí al haber sido yo la primera en presentarle la música, el mismo día de su nacimiento.



Feliz cumpleaños, Robb. No crezcas nunca.

N.

11 feb 2014

Todos los niños crecen, excepto uno...

Pero ese niño no soy yo. Hoy cumplo 20 años.

He estado pensando en este día desde que cumplí 19. Sabía que iba a ser un día importante, y tenía que estar preparada para afrontarlo. Ahora el día ha llegado, y tengo que reaccionar para poder actuar.

Puede que 20 años no sean muchos, pero marcan. He dejado de ser dieci-, y eso implica tener más responsabilidades. Así como sueno más firme y contundente cuando respondo "Tengo 20 años", la gente también espera cosas de mí, cosas de mayor, cosas de adulto. Y ser adulto es ser un poquito menos alegre, menos inocente, y menos insensible. Esas tres palabras son las que utilizó Barrie para describir al niño en Peter Pan, y yo siento que me estoy desprendiendo de esos adjetivos sin apenas darme cuenta.

Hoy me toca crecer. Es un hecho. Hoy estoy creciendo. Ahora mismo, mientras lees esto, estoy creciendo. Y puede que tú también lo estés haciendo, o que lo hayas hecho hace demasiado tiempo como para darte cuenta ahora. Pero, de un modo u otro, los dos estamos avanzando, y no vamos a poder volver atrás. Ni siquiera a ayer, cuando yo todavía tenía 19 años y podía jactarme con que no creía en las relaciones serias antes de los 20. Bueno, pues ya tengo 20, ¿qué voy a hacer ahora? Ampliarlo hasta los 25 me parece muy mal por mi parte, tengo que asumir alguna responsabilidad pronto, no vaya a ser que los demás me dejen de tener en cuenta más temprano que tarde. Así que empezaré por esa.

Pero el tema de hoy no es el amor, ni las relaciones serias, si no mi cumpleaños. Mi vigésimo cumpleaños. Asusta pensar cuánto cambiará mi vida en los próximos 20 años teniendo en cuenta lo frenética que ha sido desde el año 2011. Tan sólo estamos en 2014. No han pasado ni 3 años, y he vivido en cuatro ciudades distintas sin contar la mía propia, he trabajado sin tener ninguna experiencia previa y ahora me estoy adentrando en una aventura que pronto comenzará en serio con todas sus consecuencias, y me tiemblan las piernas sólo de pensarlo. Y todo esto en menos de 3 años. ¿Quién me lo iba a decir con 17 años? Nadie, porque tampoco pensaba en los 20. Los 20 estaban lejos, eran mayores, casi viejunos, me inspiraban aburrimiento y sobriedad, una vida seria y asentada, con estudios superiores y rutinas con coche y juergas tranquilas. Y heme aquí, todo lo contrario. Parece como si en mi fuero interno me hubiese propuesto convertirme en lo opuesto a lo que me imaginaba, intencionada e inintencionadamente.

Lo suyo es que salga a celebrarlo, pero es martes. Cumplir 20 años un martes es un castigo, pero como no esperaba que este día fuese idílico, me lo tomaré con buen humor, y aprovecharé para intentar poner en su sitio mis ideas y pensamientos acerca de esta nueva etapa que se presenta ante mí, aunque eso no quita para que comparta este día con la gente que es realmente importante para mí. Porque la próxima fecha importante son los 25, y eso significa haber vivido un cuarto de siglo, cuando ni siquiera aspiro a vivir un siglo entero. Me enfrento a otro temor mucho más grande que el de crecer: envejecer. Cumplir 20 años es la antesala de cumplir 25, por eso cumplir 20 no debería acontecerse jamás. Cumplir 20 años debería estar prohibido. No quiero cumplir 20 años pero me temo que ya los he cumplido.


N.

10 feb 2014

The journey to the golden throne

¡Sun Structures ya está a la venta!

Con ninguna pretensión de ir a comprarlo, puesto que me sería muy difícil encontrarlo en cualquier tienda de música el mismo día de su lanzamiento aquí donde vivo actualmente, me siento contenta porque esta banda ya tenga su huella en el panorama musical británico con un disco en el mercado.

Ellos son Temples, una banda de Northamptonshire a la que he tenido el placer de ver dos veces en directo, una en el Festival Internacional de Benicàssim, inaugurando la decimonovena edición el jueves 18 de julio de 2013, y por última vez en el Electric Ballroom de Camden Town el pasado mes de noviembre.
Hoy, a un día de mi vigésimo cumpleaños, su primer álbum de estudio Sun Structures sale a la venta. Aún recuerdo cuando preguntábamos por redes sociales si alguien sabía algo sobre la fecha de lanzamiento, y cuando desesperadas se lo inquirimos al bajista a la salida del concierto en Londres... Ahí ya salimos de dudas, y la espera no se ha hecho muy larga pues la mayoría de los temas ya estaban colgados en la red, junto a numerosas caras B para abrir apetito. De hecho, mi tema favorito de ellos hasta la fecha es la cara B de su single Shelter Song, que fue tema oficial del FIB 2013. La canción se llama Prisms y es esta:



Sus influencias son variadas y eso es lo que hace de este joven grupo uno diferente al resto. No siguen el prototipo de British band sujeta al género rock de los '60 y '70 con vestimentas de Fred Perry y Pretty Green. El cantante, James Bagshaw, es un adorador supremo de la purpurina y las lentejuelas, mientras que el bajista, Thomas Warmsley, parece estancado en la década de los '70 con pantalones de campana y jersey de cuello alto, así como Adam Smith podría ser un perfecto miembro de The Horrors, y Samuel Toms, tu vecino.

Temples se han convertido en poco tiempo en un grupo muy especial para mí, y podría mencionarlos como uno de mis top 5. A veces, no es necesaria una larga trayectoria o un gran reconocimiento a nivel mundial para que algo se haga casi imprescindible en tu colección de recuerdos, sobre todo si hablamos de música. Temples han llegado para quedarse, y me alegra que hayan formado parte de la segunda mitad del 2013, así como de que me acompañen en este 2014 y en mis ya inminentes 20 años (¡que alguien detenga el tiempo!).

Me despido, no sin antes dejaros unas fotos que hizo mi amiga Neelam Khan Vela con una cámara desechable en el concierto del Electric Ballroom el viernes 15 de noviembre de 2013, en Londres.







N.

4 feb 2014

One Lovely Blog Award!

Hoy escribo por una razón muy diferente de entre las muchas que me impulsarían a escribir cualquier otro día. Y es que ahora, ya casi a medianoche, apunto de irme a dormir en cuanto finalice el disco de Oasis que estoy escuchando, se me ha ocurrido visitar Blogger y me he encontrado con una sorpresa.

He sido galardonada con el One Lovely Blog Award, un premio que como bien ha mencionado la persona que me lo ha otorgado, no es ni material ni económico, si no mucho más grande y especial que todo eso.



Este premio consiste en nombrar una serie de blogs que te gusta leer, y que consideras dignos de ser mencionados para que otras personas los conozcan y disfruten o aprendan o simplemente se entretengan con ellos como haces tú. La persona que me ha considerado merecedora de este premio ha sido mi hermana María, una madre primeriza que no tiene nada que envidiar a madres veteranas y curtidas, y que comparte su experiencia al lado de su Miniser aquí.

Para mí este premio es especial porque me lo ha concedido la persona que me animó para empezar en estos mundos hace casi un año, con un blog completamente diferente, pero por algo se empieza. La vida cambia y los blogs cambian también, por qué no. Así que se podría decir que por ella estoy escribiendo esto ahora mismo. Por eso, muchísimas gracias, Marieta.

Si este premio tiene alguna particularidad es la de contar once cosas sobre mí, así que allá voy:

1. Aunque actualmente estudie para ser auxiliar de vuelo, mi sueño desde los 10 años es el de llegar a ser escritora.
2. Siento un amor incondicional por The Beatles.
3. Tengo una foto de Kate Middleton en mi habitación de Santander.
4. A los 5 años me rebauticé como Wendy Moira Angela Darling.
5. No sé freír un huevo.
6. Podría pasarme horas contemplando el mar y sin embargo no me gusta nada meterme dentro.
7. He compartido piso cuatro veces (sin contar esta quinta última vez) y las cuatro veces fueron desastrosas.
8. Me encantan los idiomas, y considero que es una de las pocas cosas que se me dan bien.
9. Soy demasiado groupie de demasiados grupos de demasiadas épocas de demasiados estilos distintos...
10. No me gusta pensar que en un futuro puede que tenga hijos pero ya tengo pensados sus nombres en tres idiomas diferentes.
11. Siempre lloro con El Diario de Noah. Libro y película.

Ahora debería premiar a diez blogs distintos pero por desgracia llevo muy poco tiempo en este mundillo y no le dedico las horas suficientes para conocer y darme a conocer, así que me reservaré el premio para más adelante, cuando pueda cedérselo a alguien.

Así que, brevemente aparezco, y rápidamente me despido hasta la próxima vez. No olvidéis que podéis vivir los pasucos de mi sobrino, que merecen mucho la pena. Ya sabéis: Pasuco A Pasuco.

N.

28 ene 2014

¿Qué es ser TCP?

Lo que el mundo piensa sobre un trabajo de azafata y el trabajo que una auxiliar de vuelo desempeña en realidad.

Creemos que los nombres carecen de importancia, pero detrás de un nombre reside un concepto, y los conceptos pueden tanto elevar como desacreditar. Hay que hablar con propiedad, y en caso de desconocimiento, no pecar de ignorantes, y saber escuchar para aprender algo que no ofenderá a nadie cuando se nos ocurra mencionarlo.

Por eso hoy quiero hablaros de las diferencias entre azafata, auxiliar, y TCP (no como Tripulante de Cabina de Pasajeros, si no como Trolley Cabin Pusher).

Está claro que cuando alguien dice la palabra "azafata", muy pocas personas piensan en una azafata de congreso. La mayoría piensan en una azafata de vuelo, con su uniforme impecable, su peinado perfecto, y su maquillaje divino, arrastrando una maletita pequeña y claqueando los tacones en el suelo del aeropuerto. A menudo las imaginan con gorro, o con pañuelo atado al cuello. Si se ponen en serio, las pueden imaginar incluso con guantes. Y es que es una profesión que siempre ha estado muy ligada al glamour, aunque ahora priman más los conocimientos y la preparación, eso sí, sin perder la norma de uniformidad, aunque según tengo entendido, a veces falla. Pero lo que me interesa es el sustantivo, no lo que hay detrás. De momento.

Una azafata, como bien he dicho, puede ser de varios tipos, aunque no los tengamos muy en cuenta. Y los trabajos de una azafata de congreso y de una azafata de vuelo poco tienen en común. A lo sumo, el saber estar, siempre sonriendo y sin un pelo fuera del moño. Pero eso no es trabajo como tal, aunque sea imprescindible para éste.
Una azafata de congreso sienta a los asistentes al evento; una azafata de vuelo no sienta a los pasajeros. La azafata de congreso guía a los asistentes al evento según su butaca asignada, para que entren por una puerta u otra; la azafata de vuelo recibe a los pasajeros en dos de las cuatro puertas de la aeronave (o a veces sólo en una) para darles una bienvenida cordial, pero el pasajero no tiene dificultad para encontrar su asiento, a menudo ni siquiera asignado.
Las similitudes, a simple vista, existen, pero voy a desmentirlas: mientras que una azafata de congreso reparte los folletos, y una azafata de vuelo reparte publicidad, no todas las compañías aéreas tienen publicidad que repartir, es algo completamente secundario, muchas veces para entretener al pasaje en vuelos largos. Las azafatas de congreso, por el contrario, deben repartir el folleto, porque los asistentes están a punto de ver un ballet, o una obra de teatro, o una ópera, o simplemente una conferencia, pero siempre se guían por el folleto.
Una azafata de congreso sirve agua a los invitados para dar conferencias. Las azafatas de vuelo también sirven bebida, pero por pura necesidad. Se recomienda beber 1 litro y medio de agua por cada 3 horas de vuelo. Por eso hay que disponer de bebidas en el avión. Y aunque solamente sea por placer del pasajero, creo que nadie es capaz de soportar un vuelo que cruza el océano Atlántico sin consumir nada. Lo que para las primeras es protocolo, para que como mucho no se les quede la boca seca al hablar, para las segundas es obligación, para cubrir las necesidades del pasaje en todo momento, lo cual es su responsabilidad. Y con esto no insinúo que sea su obligación tener al pasajero entre algodones. Pero su seguridad y comodidad es primordial.
Profundizando, cuando hay una avería en el auditorio... ¿quién evacua a los asistentes? ¿Las azafatas de congreso...? Me temo que no. Existe un equipo de seguridad que controla la zona en todo momento y lleva a cabo la evacuación. Sin embargo, en un avión, cuando hay accidentes o incidentes, del tipo que sean, las azafatas de vuelo son las responsables de evacuar el avión en menos de 90 segundos, preparando a todos los pasajeros para ello, y controlando que todos abandonen la aeronave, siendo ellas las últimas en salir de la misma, a riesgo de quedarse en ella, si nos ponemos un poco dramáticos.
En definitiva, no se debe utilizar el término "azafata" para referirse a dos profesiones que no tienen nada que ver. Y de ese modo, las azafatas de congreso estarían más presentes en las mentes de todos los seres humanos cuando se dijera esa palabra.

Ahora hablemos de las trolley cabin pusher. No sé si este término estará extendido pero es el que utiliza la directora de mi escuela de formación aeronáutica para referirse a aquellas TCP's (nombre oficial de la profesión, que corresponde a las siglas de Tripulante de Cabina de Pasajeros), que desarrollan su trabajo de una manera mediocre. Son ellas, las trolley cabin pusher, las que convierten esta profesión en una menos glamourosa, y permiten que el resto de las personas que no tienen nada que ver con la aviación las denominen azafatas de vuelo, o lo que es todavía peor, camareras del aire. Una tripulante de cabina de pasajeros siempre dedicará tiempo a la estética, para aparecer maquillada de una manera natural pero coqueta, y peinada al milímetro, con el uniforme planchado y los zapatos relucientes, y la manicura adecuada, a cualquier hora del día, cualquier día de la semana, en el aeropuerto. También sonreirá aunque le duela la cabeza, tenga ampollas en los pies por calzar tacones tantas horas, le caiga mal algún compañero de ese vuelo, o un pasajero sea borde con ella. Mantendrá la calma en todo momento y será profesional.
Por otro lado, una trolley cabin pusher querrá ir como a ella le gusta, en vez de como a la compañía le gusta. Tendrá faltas e informes por incumplir el manual de uniformidad, y en vuelo, se dedicará a arrastrar el carrito como si fuese esa su única preocupación, parloteando de su vida con otra trolley cabin pusher como ella, y dándoles malas respuestas a los pasajeros porque están interrumpiendo su cháchara.
Debido a esto, no todos los pasajeros se bajan del avión contentos, y en esta vida, otra cosa no, pero todo se comenta.

¿Conclusión? Si todavía no está claro, lo resumiré.
Una TCP, es un miembro de la tripulación, como su nombre indica. Trabaja en la cabina de pasajeros, y su trabajo consiste en mantener la seguridad de los mismos tanto como hacerles el viaje agradable. Se llaman auxiliares de vuelo porque forman parte de la tripulación auxiliar de la aeronave. Tienen conocimientos de primeros auxilios, medicina general, mercancías peligrosas, normativa, e incluso de aviación y meteorología. Una auxiliar de vuelo puede tranquilizarte cuando veas una parte del ala levantarse al aterrizar. "No se preocupe, es un spoiler, sirve para aminorar la velocidad." Puede impedir que tu vuelo se convierta en un infierno cuando un pasajero conflictivo intente que así sea. Apagar un fuego en un baño cuando algún descerebrado no aguante sin fumar en todo el viaje. Puede incluso hacer una maniobra de reanimación cardiopulmonar en el peor de los casos.
Detrás de esa figura arreglada está una persona cuya responsabilidad es tan grande que pocas personas albergan el conocimiento simple y llano de a qué se dedica una auxiliar de vuelo. Ya ni hablemos de que ni de lejos tienen el propio conocimiento de dicha auxiliar de vuelo. Así que, ¿es realmente justo desacreditar a una persona que tiene un trabajo tan importante? Se toman millones de aviones al día, y eso implica que haya incidentes diariamente. Muchos de ellos, por no decir la mayoría, terminan en nada gracias al trabajo de la tripulación auxiliar, junto con el de la tripulación técnica.

Si no me conoces o todavía no te has enterado, no soy TCP pero estudio para serlo. Y desde que he comprendido esta profesión, no quiero que haya dudas sobre ella. Y aquí estoy para aclararlas.

Ahora, cada vez que cojas un avión, atiende a la demostración antes de despegar. Puede que te salve la vida si tienes mala suerte.

N.

20 ene 2014

Mi primera vez... con ASOS

Hoy ha llegado mi primer pedido de ASOS.

ASOS es una web que solamente vende productos online, aunque tiene marcas adheridas que podéis encontrar en tienda. Yo solamente he visitado la de Sister Jane en Notting Hill, y la decoración me enamoró casi tanto como sus prendas.

Pero el vestido que he comprado es de ASOS, de la marca en sí. Y como he dicho, ha sido mi primera compra en la web y ha llegado hoy.

Como siempre, cuando se hace algo por primera vez, existe una inseguridad acompañada de miedo, pero al mismo tiempo de mucha ilusión y ansiedad por que llegue ya lo que esperamos.
Me dijeron que tardaría seis días, pero se ha adelantado dos, así que respecto al envío estoy contenta, sobre todo si añado que los gastos han sido gratuitos.

El vestido estaba generosamente rebajado y me enamoré de él porque me recordó al vestido de la pedida de mano oficial de Kate Middleton, guardando seriamente las distancias, claro está. Pero ahí queda la esencia, y fue una de las primeras cosas en las que pensé cuando lo vi.

Según la descripción de la web, el vestido se resume tal que así:

En un acabado de chifón transparente delicado, su tejido es poliéster fácil de cuidar. La parte delantera está cruzada con un ligero drapeado, con detalle de pliegues en la cintura. La falda, fluida con vuelo y suave plisado, y las mangas de blusón, además de un escote en V en la espalda, con cierre de cremallera en la parte trasera.

Lo hay en más colores, y más largo. El mío queda un palmo por encima de la rodilla, y la tonalidad es azul marino. Aún está en el stock de la web, así que si estáis interesadxs, el precio está muy bien y repito, los gastos de envío son gratuitos.
No he mirado con mucho más detenimiento las rebajas de la web, porque buscaba un vestido en tono azul para una fiesta en concreto, pero hay cosas bonitas y en estas rebajas han bajado bien los precios.
Si os decantáis por algo más selecto como Sister Jane, sabed que el precio no es tan generoso como en ASOS, pero las prendas que encontraréis serán únicas.
Aquí os dejo el link directo a mi vestido y unas fotos del store de Sister Jane en Notting Hill, que tomé con una cámara desechable el pasado mes de noviembre cuando pasé un fin de semana en Londres.




Podéis encontrar la tienda en 59A Portobello Road, W11 3DB London.

N.